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niños sordos

Tener conciencia social con las personas discapacitadas es un asunto que necesita un mayor compromiso. A pesar de que se ha avanzado notablemente en este aspecto, es cierto que aún queda mucho por hacer para que estas personas puedan llevar una vida normal.

La Conferencia Estatal de Personas Sordas (CNSE), ha solicitado a las instituciones públicas que se comprometan con el derecho de la infancia sorda a recibir una atención gratuita e integral que integre la lengua de signos.

En un evento organizado por la Federación Mundial de Personas Sordas en el marco de la 77ª Sesión del Comité de Derechos para la infancia en Ginebra, así fue manifestado. En este encuentro organizado periódicamente por la ONU para evaluar cuál es el progreso de cada país, España ha sido uno de los examinados.

Se hizo referencia a la Ley 27/2007 por la cual se reconocen las lenguas de signos españolas y se regulan medios de apoyo a la comunicación oral de las personas sordas. Asimismo, se indicó que quedaba pendiente desarrollar un marco normativo acerca de la incorporación de la lengua de signos en servicios de atención temprana y centros educativos. Además, se añadió que faltaban medidas que facilitasen el uso de la lengua de signos como lengua vehicular y que su conocimiento sea posible en los centros educativos.

En el ámbito de la atención temprana, la realidad en España es irregular, escasa y de implantación desigual. En la inclusión de la lengua de signos, vivimos en un desconocimiento y rechazo de los profesionales a incluirlo en la atención temprana. Se trata de una grave vulneración a los derechos básicos de salud y desarrollo pleno de la población sorda.

Esto podría arreglarse con la aprobación de una Ley Orgánica de Universalización de la Atención Temprana y el Apoyo al Desarrollo Infantil fundamentada de forma jurídica en las Convenciones Internacionales de la Infancia y Derechos de las Personas con Discapacidad. Asimismo, es necesario que se contemple la perspectiva bilingüe-bicultural de las personas sordas en la intervención con la infancia sorda y las familias.

En el sector de la educación, se denunciaron los pocos centros escolares que incorporan esta lengua y su desigual distribución en España. Además, muchos niños sordos comienzan el curso sin intérpretes debido a que su dotación es muy desigual dependiendo del territorio y la etapa educativa.

Una de las soluciones sería potenciar la creación de una red de centros con programas educativos bilingües-biculturales en lengua de signos y garantizar la formación de los profesionales que trabajan con la infancia. la juventud sorda y las familias, siempre y cuando se tenga en cuenta la perspectiva de las personas sordas.

Desgraciadamente, aún queda mucho por hacer, no solo en este ámbito. Confiamos en que se tomen medidas y cambie esta situación radicalmente, para que las personas sordas puedan tener una vida normal.

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